abril 26, 2011

España: Radiografía de la pyme


Sage acaba de publicar su informe Radiografía de la pyme 2011, estudio anual que presenta una de las mejores imágenes del mapa empresarial español. 

La Radiografía de la pyme 2011 refleja la situación actual de autónomos y pymes en términos de necesidades, demandas, opiniones sobre el entorno socioeconómico y la administración pública, retos, el papel de las TIC y las perspectivas de crecimiento de negocio para el futuro. En este informe, destacan fundamentalmente la necesidad de supervivencia de la empresa dado que el 80% de las empresas, tiene como meta sobrevivir en el año 2011, dato que nos da una idea de la percepción general de la crisis y las dificultades que atravesamos todos a diario.


Infraestructura tecnológica en la pyme

La relación proporcional existente entre el número de ordenadores, el 65,9% de las pymes tiene entre 1 y 4 ordenadores y el tamaño de empresa (el 53,84% tiene entre 1 y 4 empleados), es positiva. El uso que se hace de la web no está aún orientado a la generación de venta.
Las pymes todavía no perciben el potencial del e-commerce ya que sólo el 9,1% de ellas incorporan tienda on-line en sus portales. Del 90,9% restante, el 46,5% la utiliza con fines corporativos, para comunicar la actividad de la empresa y un significativo y preocupante 44,4% declara no tener web de ningún tipo.
Al preguntar por el uso de dispositivos móviles, el 65,6% de las pymes utiliza terminales considerados “tradicionales”. Sin embargo un significativo 27% cuenta con dispositivos móviles más complejos a nivel funcional, del tipo “Smartphone”.




Comunicación y redes sociales en las pymes

Sólo el 26,35% declara su presencia en redes sociales, frente a un 73,6% que responde no estar presente. Haciendo zoom sobre las empresas que están presentes y al preguntarles por el ámbito de utilización, sólo el 29,6% las utiliza para dar a conocer el negocio y generación de oportunidades.
El uso más destacado de las redes sociales es el personal, con un 37,4%, pero es muy significativo que un 33,50% las utilice desde la doble óptica profesional/personal. La red social más utilizad en las empresas es Facebook, donde están presentes el 70,22% de las pymes que declaran tener presencia en el social media, muy lejos del 12,36% de Linkedin, totalmente profesional, o Twitter, con el 10,11%.




El comercio electrónico en las pymes

En 2010, el 53,54% de las pymes han realizado compras por Internet, por lo que destaca la penetración media del e-commerce dentro de la empresa. Como contrapartida, destaca que tan sólo el 14,29% de las empresas utilizan la factura electrónica en sus negocios. El 47,43% de ellas no la usa, fundamentalmente, porque sus proveedores/clientes no utilizan este sistema o porque no consideran que sea “aplicable a su negocio”.
Sin embargo, un 38,28% no la usan actualmente pero tienen pensado ponerlo en marcha en el futuro. Destaca que el 65,50% de los empresarios aún no tengan DNI electrónico, aunque los que sí lo poseen lo utilizan para realizar trámites con la administración (49,70%) o trámites personales (31,95%). Tengamos presente que la firma electrónica es imprescindible para la emisión de las facturas electrónicas.
La tecnología tiene una gran importancia a la hora de presentar documentación a la administración, ya que un 48,27% entrega sus modelos telemáticamente. También se confía en los asesores en un 42,44% de los casos y son muy pocos (9,29%) los que aún recurren a la entrega de documentación en soporte papel en ventanilla.





Conclusiones


La empresa española y fundamentalmente la pyme, no está avanzando a un nivel adecuado en el uso de nuevas tecnologías, comercio electrónico y redes sociales. La mentalidad empresarial en la pyme es reacia a los cambios y se resiste a introducir nuevas fórmulas de gestión y comunicación en el ecosistema empresarial.
Las pymes necesitan mejorar sustancialmente todos estos puntos para aumentar su productividad, la interacción con los clientes y proveedores por más canales y sacar todo el potencial disponible de internet en comercio electrónico y trámites administrativos. Hándicap a cubrir por todas las empresas en aras de la mejora de sus procesos y por tanto, la mejora en la cuenta de resultados.
  

abril 24, 2011

España: Retrato de la Pyme 2011

La Dirección General de la Pyme ha publicado el informe Retrato de la Pyme 2011, una radiografía de las pymes con datos e indicadores básicos sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas en España.
Según el Directorio Central de Empresas (DIRCE), a 1 de enero del año 2010 había en España 3.283.495 pymes, empresas de menos de 250 trabajadores, eso supone el 99,88% de las empresas españolas, excluyendo las que se dedican a la agricultura y la pesca. Esto da una idea de la dimensiòn de las pymes dentro del tejido empresarial español.


Datos generales sobre las pymes

Del contenido del informe se pueden extraer los siguientes datos:
  • La mayoría de las pymes españolas realizan su actividad en el sector servicios, la siguiente actividad a la que se dedican principalmente las pymes es el comercio.
  • El 53,9% del total de empresas no tienen empleados.
  • El 96,9% de las empresas tienen un volumen de facturación inferior a 2 millones de euros. El 2,3% se situaron 2 y 10 millones, las que lo hicieron entre 10 y 50 millones representaron el 0,7%, y sólo el 0,03% ingresaron más de 50 millones de euros en el último año.
  • En cuanto a la forma jurídica de las empesas, la más adoptada es la del empresario individual seguida de la Sociedad Limitada

 

Conclusiones a estos datos

Lo primero que podemos concluir a la vista de estos datos generales es la excesiva atomización del tejido empresarial español y la débil estructura de las empresas, que suelen ser mayoritariamente fórmulas de autoempleo y carecen de una verdadera organización.
Esta atomización las hace más vulnerables a situaciones críticas como las actuales y les puede restar competitividad al carecer de infraestructuras y recursos que les permita llevar a cabo proyectos de gran envergadura.
Las pymes tiene una presencia minoritaria en los sectores industriales y su actividad está muy centrada en los servicios, eso les obliga a depender de otros sectores y, unido al punto anterior, les dificulta enormemente el acceso a otros mercados y a la internacionalización.


Como solventar  esta situación

A la vista de los datos, la solución a estas deficiencias parte, en primer lugar, porque los emprendedores intenten crear auténticas estructuras empresariales y no opten exclusivamente por el autoempleo. La creación de estas estructuras reforzaría su posición en el mercado correspondiente y les permitiría desarrollar distintas estrategias empresariales en función de la situación económica o del mercado que se quiera conquistar.
También es importante el fomento de la colaboración entre empresas para poder compartir recursos y esfuerzos a la hora de afrontar proyectos de gran calado. Buscar sinergias con empresas que puedan servir como ayuda o complemento al trabajo que la pyme realiza.
Las pymes deben explotar las actividades en los sectores productivos. El sector secundario es básico para poder disponer de un tejido empresarial equilibrado. Las nuevas tecnologías abren un nuevo campo dentro del sector productivo, las pymes han de aprovechar estas condiciones para poder introducirse en el sector industrial y que éste no quede exclusivamente en manos de las grandes empresas, generalmente extranjeras.

Fuente: http://blog.sage.es

abril 20, 2011

Teletrabajo: Todos ganan.


La crisis, un potente motor: 



Una de las cuestiones más significativas de esta expansión es que el interés real por el teletrabajo y su puesta en marcha en España se han intensificado en los dos últimos años, a la par que la crisis económica. No es casual. Los problemas nuevos empujan a la búsqueda de alternativas capaces de aportar soluciones. Resulta esclarecedor que, entre 2008 y 2009, se ha detectado un punto de inflexión en materia de producción deslocalizada, jornadas de trabajo variables y flexibilidad laboral. Un cambio sustancial.

Un estudio elaborado por la Universidad Carlos III de Madrid señalaba en 2003 que el país contaba "con un escaso interés por modificar sus mecanismos laborales", pese a que la tecnología ya permitía "nuevas formas de relación entre los trabajadores". Esa falta de interés por cambiar el modelo de trabajo tradicional se registró una y otra vez hasta que la debacle financiera obligó a muchas empresas, instituciones y empleados a replantearse los esquemas. Si hasta hace pocos años se premiaba la presencia y la cultura de trabajar más horas que el jefe, ahora se busca y se premia la consecución de objetivos.

Cerca de la familia:

 

El ahorro económico que fomenta el teletrabajo beneficia a los empresarios, a los empleados y a los países donde se generaliza el modelo. Para el trabajador supone menos horas y dinero invertidos en desplazamientos, menos gastos en comidas fuera de casa y un presupuesto más pequeño en vestimenta formal. Para el empresario significa una reducción de sus costes fijos (como agua, luz, calefacción, transportes o equipamiento de oficina), una reducción del absentismo laboral y un aumento de la productividad de hasta el 30% al trabajar por objetivos, efectividad y resultados.

 

Las empresas se decantan por esta opción porque los teletrabajadores aseguran una mayor productividad si trabajan por objetivos y el coste del puesto de trabajo se reduce hasta en un 50%. Sin embargo, no es el ahorro el factor que más entusiasma a los teletrabajadores. Ni siquiera la idea de poder hacer sus tareas sin quitarse el pijama y las pantuflas. Para un empleado, funcionario o autónomo, los principales atractivos del trabajo a distancia son la flexibilidad horaria y la posibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar y la social. 

Más todavía en el caso de mujeres con niños, ya que aún son ellas quienes soportan la mayor parte de la responsabilidad educativa de sus hijos y este factor les impide, a menudo, reconectar con el mercado laboral tradicional tras formar una familia.

abril 18, 2011

España: tele trabajo “un modelo en alza”


En un contexto muy interesante, el teletrabajo (trabajo a distancia o deslocalizado) sobresale como alternativa para generar empleo, reducir costes, mejorar la productividad y conciliar la educación de los hijos con el desarrollo profesional. En los últimos cinco años, la tasa de teletrabajadores se ha duplicado en España, según publica Consumer.es.
Todavía llama la atención, encuentra resistencias y hasta genera cierto recelo. Sin embargo, el trabajo a distancia no es un modelo reciente. Ha cumplido ya varias décadas, tras surgir en Estados Unidos en los años setenta del siglo pasado, con la crisis del petróleo. Su objetivo principal fue evitar desplazamientos en coche y, de esa forma, ahorrar energía. En la actualidad, si bien contribuye al ahorro de combustible, el teletrabajo representa una nueva forma de organización de las empresas, los profesionales, las instituciones públicas, las familias y en general de la sociedad.

Teletrabajo significa 'trabajo a distancia', aunque la expresión no vale para cualquier caso. Se utiliza para definir las actividades que se realizan fuera de la empresa o de la oficina, pero que se desarrollan como si el trabajador estuviera de manera física en ellas. La diferencia fundamental con el trabajo a domicilio, entre otros, es el papel protagonista que desempeñan la informática y las nuevas tecnologías (TIC) en la actividad laboral. Eso explica que esta modalidad de empleo esté más extendida en los países con mayores avances tecnológicos.

Estados Unidos y algunos países del norte de Europa encabezan la lista de lugares donde la revolución tecnológica ha pulverizado los esquemas tradicionales de trabajo. En ellos, la cuarta parte de los trabajadores tienen un empleo a distancia. Les siguen países como Reino Unido o China, con un 17% de teletrabajadores y  bastante más lejos, España, donde la tasa de trabajo a distancia apenas roza el 10% de la población laboral. ¿Eso es mucho o es poco? Si se compara la cifra con los países donde se ha asentado y normalizado este modelo, el porcentaje es bajo. En términos relativos, la mitad. No obstante, si se toma como referencia qué ocurría hace solo cinco años, el crecimiento del teletrabajo es llamativo. En términos absolutos, ha aumentado hasta el doble.