La crisis, un potente motor:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrWbHmbNbHd4bfNQn2_9ybKCW5dcZHPg7T75nBmtVxfr7XwSLDSkVBn-Cpv4tgRIldcB5DW1vA3lyviNRl5HR3QQvH6uDNgtvWmmhcPTmYbLy0Xk514bpR_gk5xQcEE_4ed5WMb1tctv3w/s320/quiebra_fin1.jpg)
Un estudio elaborado por la Universidad Carlos III de Madrid señalaba en 2003 que el país contaba "con un escaso interés por modificar sus mecanismos laborales", pese a que la tecnología ya permitía "nuevas formas de relación entre los trabajadores". Esa falta de interés por cambiar el modelo de trabajo tradicional se registró una y otra vez hasta que la debacle financiera obligó a muchas empresas, instituciones y empleados a replantearse los esquemas. Si hasta hace pocos años se premiaba la presencia y la cultura de trabajar más horas que el jefe, ahora se busca y se premia la consecución de objetivos.
Cerca de la familia:
El ahorro económico que fomenta el teletrabajo beneficia a los empresarios, a los empleados y a los países donde se generaliza el modelo. Para el trabajador supone menos horas y dinero invertidos en desplazamientos, menos gastos en comidas fuera de casa y un presupuesto más pequeño en vestimenta formal. Para el empresario significa una reducción de sus costes fijos (como agua, luz, calefacción, transportes o equipamiento de oficina), una reducción del absentismo laboral y un aumento de la productividad de hasta el 30% al trabajar por objetivos, efectividad y resultados.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIjXrZ8LS7UhN-v2NMU0_Atj8lWs6oRHxT8LRzcT_KcPdeoWNUULIBpAvRJrW-ELLQ2zANFBiwpurY7q3UIVmnHaBvinHH87hIuixAiHwnXKEppes3fCcVJB3E5HIL8efiuWJ_Lp54FP2V/s320/desde+casa.jpg)
Más todavía en el caso de mujeres con niños, ya que aún son ellas quienes soportan la mayor parte de la responsabilidad educativa de sus hijos y este factor les impide, a menudo, reconectar con el mercado laboral tradicional tras formar una familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario