2. El Capital Humano
La estructura que le brinda el soporte fundamental a las empresas es el capital humano, que no es lo mismo que mano de obra, el capital humano representa una inversión de mejora en la productividad de la empresa desde un punto de vista del manejo óptimo de la empresa, es decir, la adquisición y creación de talentos que formen parte medular de la empresa.
La estructura que le brinda el soporte fundamental a las empresas es el capital humano, que no es lo mismo que mano de obra, el capital humano representa una inversión de mejora en la productividad de la empresa desde un punto de vista del manejo óptimo de la empresa, es decir, la adquisición y creación de talentos que formen parte medular de la empresa.
El problema con los empresarios, suele ser que desean desempeñar el papel de hombre orquesta o suelen contratar un solo empleado para encargarse de todos los departamentos que deberían existir en una empresa, ya sea pequeña o mediana. Es decir, es necesario contar con un publicista en el departamento de publicidad, alguien de mercadotecnia, en el departamento de mercadeo, un contador en el departamento de contabilidad, un administrador encargado de la organización, un especialista en comercio exterior para las importaciones/exportaciones, etc.
J. Stiglitz ganador del Premio Nobel de Economía en 2001 señala: “Como es natural, de poco sirve tener individuos muy formados si no existen puestos de trabajo para ellos. Sin los empleos adecuados, los países en vías de desarrollo perderán ese capital intelectual necesarios, sus hijos más brillantes, en quienes han invertido tanto a través de la educación elemental y secundaria y universitaria, porque se marcharán a países desarrollados. Esto suele denominarse fuga de cerebros, otra manera que tienen los países en desarrollo de acabar subvencionando a los desarrollados”.
Una de las primeras evaluaciones que debe de tomar un empresario, es decidir si le es beneficioso tener sus propios elementos o acudir a una empresa de consultoría la cual le brinde los servicios que necesita y no posee. Según el tamaño de la empresa, esta podrá costear sus propios departamentos, que en realidad son más recomendables dentro que fuera de la empresa, ya que este capital humano interno, crece y se desarrolla al mismo tiempo que la empresa, aunado a que seguramente, conocerá mejor la empresa y sus decisiones (si este elemento es realmente una buena adquisición de capital humano) serán mejores o iguales los resultados que los obtenidos por la contratación de servicios externos.
Otro aspecto fundamental a considerar, es que los empleados se sientan motivados, y para conseguir esto, se obtienen mejores resultados a través de un sistema de escalafón laboral, es decir, que los empleados logren antigüedad dentro de la empresa, haciéndola parte de ellos y que estén consientes que si su trabajo es bueno, lograran ascender peldaños que les permitan una expansión monetaria y profesional.
Finalmente, los empresarios deben de fomentar tanto para él, como para sus empleados la constante actualización y capacitación, que promuevan el desarrollo del capital humano a través de cursos, ya que si no se actualiza (se invierte en) el capital humano, este muchas veces terminará mermándose junto con la empresa.
J. Stiglitz ganador del Premio Nobel de Economía en 2001 señala: “Como es natural, de poco sirve tener individuos muy formados si no existen puestos de trabajo para ellos. Sin los empleos adecuados, los países en vías de desarrollo perderán ese capital intelectual necesarios, sus hijos más brillantes, en quienes han invertido tanto a través de la educación elemental y secundaria y universitaria, porque se marcharán a países desarrollados. Esto suele denominarse fuga de cerebros, otra manera que tienen los países en desarrollo de acabar subvencionando a los desarrollados”.
Una de las primeras evaluaciones que debe de tomar un empresario, es decidir si le es beneficioso tener sus propios elementos o acudir a una empresa de consultoría la cual le brinde los servicios que necesita y no posee. Según el tamaño de la empresa, esta podrá costear sus propios departamentos, que en realidad son más recomendables dentro que fuera de la empresa, ya que este capital humano interno, crece y se desarrolla al mismo tiempo que la empresa, aunado a que seguramente, conocerá mejor la empresa y sus decisiones (si este elemento es realmente una buena adquisición de capital humano) serán mejores o iguales los resultados que los obtenidos por la contratación de servicios externos.
Otro aspecto fundamental a considerar, es que los empleados se sientan motivados, y para conseguir esto, se obtienen mejores resultados a través de un sistema de escalafón laboral, es decir, que los empleados logren antigüedad dentro de la empresa, haciéndola parte de ellos y que estén consientes que si su trabajo es bueno, lograran ascender peldaños que les permitan una expansión monetaria y profesional.
Finalmente, los empresarios deben de fomentar tanto para él, como para sus empleados la constante actualización y capacitación, que promuevan el desarrollo del capital humano a través de cursos, ya que si no se actualiza (se invierte en) el capital humano, este muchas veces terminará mermándose junto con la empresa.
3. El Capital Social
El capital social se encuentra estrechamente vinculado a la idea de que las empresas o productos cuenten con políticas que contengan una proyección de conciencia de causa social, tales como, protección ambiental, ayuda a combatir a la pobreza, etc. Esto construye un carácter cívico que genera interés, respeto y lealtad por parte de los consumidores, ya que se sienten parte de esa ayuda a la causa elegida, así como lo señala Kotler en su artículo titulado “Future Markets”.
4. El Capital Manufacturado
Aquí es importante considerar fundamental la evaluación de proyectos, pero no como una simple operación matemática de costes y beneficios. Cuanta más información, mejor; ya que entre más opciones tengamos y variables a considerar, mejor será nuestro modelo para la toma de decisiones. Un modelo matemático, nos permitirá obtener el beneficio óptimo según nuestras preferencias.
Por ejemplo, cuando una empresa desea adquirir una flotilla de automóviles utilitarios, suelen elegir, la flotilla que le sea más barata entre sus opciones.
Aquí es importante considerar fundamental la evaluación de proyectos, pero no como una simple operación matemática de costes y beneficios. Cuanta más información, mejor; ya que entre más opciones tengamos y variables a considerar, mejor será nuestro modelo para la toma de decisiones. Un modelo matemático, nos permitirá obtener el beneficio óptimo según nuestras preferencias.
Por ejemplo, cuando una empresa desea adquirir una flotilla de automóviles utilitarios, suelen elegir, la flotilla que le sea más barata entre sus opciones.
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Cuestiones como esta, son necesarias al momento de considerar la adquisición de equipo y maquinaria, para la empresa. No siempre lo más caro es mejor y tampoco lo más barato lo peor, siempre se tiene que valorar, en función al potencial adquisitivo y necesidades de la empresa, así como los beneficios que podríamos obtener en el futuro con esas adquisiciones (menores costes durante la vida útil y un máximo aprovechamiento del mismo).